Escrito por
Jaime Guajardo
Fecha de publicación
March 4, 2024
En la era digital, donde la información es uno de los activos más valiosos de cualquier empresa, la seguridad en la nube se ha convertido en una prioridad fundamental para los equipos de TI de empresas de todos los tamaños. La migración hacia entornos cloud ha traído consigo una serie de ventajas en términos de flexibilidad, escalabilidad y accesibilidad, pero también ha planteado nuevos desafíos en cuanto a la protección de datos sensibles y la prevención de amenazas cibernéticas.
Según el reporte “2023 Global Future of Cyber Survey" el 38% de las organizaciones tiene una madurez baja en la implementación de medidas de ciberseguridad; el 41% una madurez media, y el 21% una madurez alta. Sin embargo, con lo que respecta a Chile, según la consultora EY, sólo un 10% destina más del 40% de su presupuesto en esta materia.
La seguridad en la nube abarca una amplia gama de medidas y tecnologías diseñadas para proteger la información almacenada y procesada en entornos cloud. Entre las medidas más importantes se encuentran:
Cifrado de datos: Es una técnica significativa para proteger la confidencialidad de la información en la nube. Al cifrar los datos antes de almacenarlos o enviarlos a través de la red, se garantiza que sólo las personas autorizadas puedan acceder a ellos, incluso si son interceptados por terceros no autorizados.
Autenticación multifactor (MFA): La autenticación multifactor añade una capa adicional de seguridad al requerir múltiples formas de verificación de la identidad del usuario antes de conceder el acceso a los recursos en la nube. Esto puede incluir algo que el usuario sabe (como una contraseña), algo que posee (como un dispositivo móvil) o algo propio e irrepetible (como una huella dactilar). Además, la gestión de identidades digitales es clave, ya que permite aumentar el control de acceso a determinados recursos, proporcionando una capa adicional de seguridad.
Monitoreo y detección de amenazas: El monitoreo continuo de los eventos y el tráfico en la nube es esencial para detectar y responder rápidamente a posibles amenazas de seguridad. Mediante el uso de herramientas de análisis de seguridad y sistemas de detección de intrusiones, las empresas pueden identificar comportamientos sospechosos y tomar medidas correctivas antes de que se produzcan daños significativos. Sin ir más lejos, de acuerdo con datos extraídos de un informe de EY, el año pasado, el 18% de los ataques cibernéticos resultaron en costos relevantes para el país, oscilando entre los US$ 3,1 millones y los US$ 6 millones.
Gestión de configuración y automatización de seguridad: Automatizar la configuración de seguridad y las acciones frente a incidentes puede disminuir la posibilidad de errores humanos y garantizar una pronta reacción ante posibles amenazas. Esto implica la automatización tanto del despliegue de parches como de la configuración de seguridad, en línea con las políticas establecidas.
Seguridad de la API: Debido a la importancia de las APIs en la integración y el funcionamiento de servicios en la nube, es esencial garantizar la seguridad de estas interfaces contra diversos ataques, como inyecciones SQL y ataques Man-in-the-Middle (MITM). Esto implica medidas como la utilización de tokens de autenticación, el cifrado SSL/TLS y la restricción del acceso únicamente a usuarios autorizados.
Controles de acceso basados en roles (RBAC): Aplicar medidas de control de acceso siguiendo el principio de privilegio mínimo, garantizando que los usuarios dispongan únicamente del acceso imprescindible para llevar a cabo sus tareas, puede reducir la probabilidad de accesos no autorizados o de uso indebido de la información.
Backup y recuperación de desastres: Contar con una estrategia robusta de respaldo y recuperación de desastres es fundamental para asegurar la continuidad operativa en situaciones como ataques cibernéticos o fallos del sistema. Esto implica llevar a cabo backups de forma periódica y tener la capacidad de restaurar rápidamente sistemas y datos críticos.
Pruebas de penetración y evaluaciones de vulnerabilidad: Llevar a cabo pruebas de penetración y evaluaciones de vulnerabilidad de manera frecuente puede ser útil para detectar y contrarrestar posibles vulnerabilidades antes de que los atacantes tengan la oportunidad de aprovecharlas.
Segmentación de red: Separar los recursos de red en segmentos seguros puede restringir la capacidad de los atacantes para moverse libremente dentro de la red, lo que a su vez protege la información confidencial.
Además de implementar medidas de seguridad técnicas, existen una serie de prácticas y consejos que las empresas pueden seguir para mejorar la protección de sus datos en entornos cloud:
Formación y concienciación del personal: La formación y concienciación del personal son aspectos fundamentales de cualquier estrategia de seguridad en la nube. Es importante que todos los empleados comprendan los riesgos asociados con el manejo de datos sensibles y estén al tanto de las mejores prácticas de seguridad, como el uso de contraseñas seguras, la identificación de correos electrónicos de phishing y la protección de dispositivos móviles. Un dato a tener en cuenta es el que indica The Fintech Times, el cual dice que las brechas de seguridad en la nube son causadas en un 88% por errores humanos.
Actualizaciones y parches de seguridad: Mantener actualizados los sistemas y aplicaciones en la nube es crucial para protegerse contra vulnerabilidades conocidas y ataques de día cero. Las actualizaciones y parches de seguridad deben aplicarse regularmente para corregir fallos de software y cerrar posibles brechas de seguridad.
Evaluación y gestión de proveedores: Muchas empresas confían en proveedores de servicios en la nube para almacenar y procesar sus datos. Es importante evaluar cuidadosamente la seguridad y fiabilidad de estos proveedores antes de confiarles información sensible. Las empresas deben revisar los acuerdos de nivel de servicio (SLA) y realizar auditorías periódicas para garantizar el cumplimiento de los estándares de seguridad.
La seguridad en la nube es un aspecto crítico de la estrategia de TI de cualquier empresa. Adoptar medidas de seguridad robustas y seguir prácticas recomendadas puede ayudar a proteger los datos sensibles y mitigar el riesgo de brechas de seguridad. Al implementar medidas como el cifrado de datos, la autenticación multifactor y el monitoreo continuo, las empresas pueden fortalecer su postura de ciberseguridad. En última instancia, la seguridad en la nube no es solo una responsabilidad de los equipos de TI, sino un esfuerzo conjunto que requiere la participación y colaboración de toda la organización.