Escrito por
Isabel Arrieta
Fecha de publicación
November 22, 2024
Sin lugar a dudas, la era digital ha revolucionado la manera en que trabajan las empresas a nivel global, y la conectividad se ha vuelto clave en todo este proceso. De hecho, la interrupción o caída del servicio no solo tiene un impacto directo en las operaciones diarias, sino que además puede implicar un perjuicio económico a las industrias afectadas.
De hecho, una investigación de Gartner sobre el tema indica que las interrupciones del servicio de internet pueden costar a las compañías hasta 5.600 dólares por minuto. Y si bien, esta cifra puede ir variando de acuerdo al sector y tamaño de la organización, lo cierto es que no deja de ser una pérdida significativa.
En el caso de Chile, un país con una alta adopción de tecnologías al interior de las empresas, es particularmente sensible a la desconexión. Y es que desde PYMES hasta grandes conglomerados, lo cierto es que casi todas las organizaciones en nuestro país dependen de la conectividad ininterrumpida para las ventas, gestión de la cadena de suministro, inventario, y atención al cliente.
La alta disponibilidad de internet es clave para mantener a raya estos riesgos y garantizar que las empresas mantengan sus servicios en funcionamiento incluso en circunstancias adversas. Cuando hablamos de alta disponibilidad, nos referimos a la capacidad de un sistema para operar de manera continua durante largos períodos, minimizando cualquier tiempo de inactividad.
Esto se logra mediante el uso de infraestructura redundante, tecnología de balanceo de carga y sistemas de respaldo automáticos. Los proveedores de servicios de Internet (ISP) diseñan redes de alta disponibilidad para que, en caso de que un enlace falle, otro enlace o sistema de respaldo se active de inmediato, asegurando la continuidad de la conectividad.
Una de las tecnologías clave que permite la alta disponibilidad es la redundancia de enlaces, donde se utilizan múltiples rutas de conexión a Internet. Esto significa que si un enlace falla, otro puede hacerse cargo sin que el usuario final experimente interrupciones.
El uso de balanceadores de carga es otra estrategia crucial en las configuraciones de alta disponibilidad. Un balanceador de carga distribuye el tráfico de la red entre varios servidores o enlaces, optimizando el rendimiento y minimizando el riesgo de sobrecarga en un solo punto de conexión. La implementación de esta tecnología puede mejorar significativamente la velocidad y confiabilidad de la conexión, permitiendo a las empresas gestionar grandes volúmenes de tráfico sin interrupciones.
Además, los sistemas de respaldo automático juegan un papel fundamental en la conectividad de alta disponibilidad. Estas soluciones están diseñadas para detectar fallos en la red y activar automáticamente un sistema de respaldo en cuestión de segundos o milisegundos. Estos sistemas son especialmente relevantes para empresas de telecomunicaciones y data centers, donde cada segundo de inactividad puede traducirse en grandes pérdidas económicas.
Finalmente, la conectividad de alta disponibilidad permite la implementación de modelos de negocio innovadores como el Internet de las Cosas (IoT) y el edge computing. Estos modelos requieren conexiones confiables y de baja latencia para funcionar correctamente, y la alta disponibilidad garantiza que los dispositivos IoT puedan transmitir datos en tiempo real sin interrupciones.
En el ámbito del edge computing, la alta disponibilidad permite que los dispositivos cercanos a los usuarios finales puedan procesar datos localmente y con una mayor rapidez, mejorando la experiencia del usuario y reduciendo la carga en las redes centrales.
Uno de los principales desafíos en la implementación de Internet de alta disponibilidad es el costo. Si bien los beneficios de la conectividad ininterrumpida son evidentes, los costos asociados con la infraestructura redundante, el balanceo de carga y los sistemas de respaldo pueden ser prohibitivos para algunas empresas, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
Sin embargo, el costo de no tener una conexión confiable puede ser aún mayor, especialmente en industrias altamente dependientes de la conectividad. Además, los avances en la tecnología de redes están permitiendo que estas soluciones sean más accesibles y escalables, lo que facilita a las PYMES acceder a servicios de alta disponibilidad de manera más rentable.
La elección de un proveedor de servicios de Internet confiable es fundamental para garantizar la alta disponibilidad. Es crucial que las empresas evalúen no solo la velocidad de conexión que ofrece el proveedor, sino también sus niveles de redundancia, sistemas de monitoreo y respuesta ante fallas.
Muchas empresas están optando por acuerdos de nivel de servicio (SLA, por sus siglas en inglés) que garantizan un tiempo de actividad superior al 99,9%. Esto significa que el proveedor debe garantizar que el servicio esté disponible prácticamente todo el tiempo, con un margen de inactividad mínimo.
Finalmente, la seguridad de la red es otro aspecto crítico de la alta disponibilidad. Un servicio de Internet sin interrupciones es vulnerable a ataques cibernéticos, como el de denegación de servicio distribuido (DDoS), que puede paralizar una red completa en cuestión de segundos. Para mitigar estos riesgos, muchas empresas están adoptando soluciones de seguridad en la red, como firewalls avanzados y sistemas de detección y respuesta ante amenazas.
La conectividad ininterrumpida es una inversión estratégica para empresas que no pueden permitirse interrupciones en su servicio. Las cifras muestran que, para muchas organizaciones, los beneficios de contar con una infraestructura de alta disponibilidad superan con creces los costos, al evitar pérdidas significativas, optimizar los procesos y mejorar la experiencia del cliente.
A medida que el mundo digital sigue evolucionando, la alta disponibilidad de internet se consolida como un componente esencial para la continuidad operativa de las empresas exigentes.
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