Escrito por
Isabel Arrieta
Fecha de publicación
August 16, 2024
En la era de transformación digital, los establecimientos educacionales se enfrentan al enorme desafío de contar con conectividad de alta velocidad, buena comunicación y que resguarde la seguridad de la información, para asegurar su correcto funcionamiento en la jornada académica y además, preparar a los estudiantes para un mundo cada vez más tecnologizado.
Considerando además la estrategia de transformación digital Chile Digital 2035, que incluye el desarrollo de habilidades digitales para el aprovechamiento y adecuado uso de la tecnología, la inclusión de habilidades en la educación escolar y superior, e impulsar el desarrollo de habilidades digitales básicas, resulta fundamental que las instituciones académicas del país cuenten con la infraestructura que garantice el cumplimiento de este plan.
Tomando en cuenta lo anterior, la pregunta ya no es si las instituciones educativas deben invertir en infraestructura digital robusta, sino qué tan rápido pueden hacerlo para mantenerse a la vanguardia de la educación del siglo XXI.
Cuando se habla de crear un entorno digital en instituciones educacionales no se refiere solamente a proporcionar acceso a Internet: implica la creación de un ecosistema integrado que abarque redes de alta velocidad, sistemas en la nube, dispositivos de última generación y plataformas de gestión y aprendizaje digital.
En ese sentido, resulta importante destacar el rol que cumple esta infraestructura digital en el crecimiento y competitividad de colegios, institutos y universidades. Desde la perspectiva de los mismos establecimientos, un entorno tecnológico robusto y seguro se transforma en un pilar para los procesos de aprendizaje, permitiendo a los pedagogos integrar nuevas herramientas como plataformas online, recursos multimedia o tecnologías interactivas.
Esto último es especialmente relevante en la educación superior, donde la infraestructura digital puede mejorar la calidad del aprendizaje y la interacción entre estudiantes y docentes, dando como resultado el egreso de profesionales mejor preparados, aumentando el prestigio de su casa de estudios.
Pero ese no es su único aporte, porque la infraestructura tecnológica también impulsa la eficiencia operativa, permitiendo a las instituciones gestionar de manera más ágil sus tareas diarias, desde la inscripción de estudiantes hasta el seguimiento del rendimiento académico, mejorando la experiencia de alumnos, profesores y personal administrativo.
Por otro lado, la adopción acelerada de tecnologías en la nube está transformando la forma en que se imparte la educación. Plataformas como Google Workspace for Education y Microsoft Azure for Education están permitiendo a las instituciones educativas escalar sus recursos de manera eficiente y rentable.
Un informe de Markets and Markets señala que los modelos de software como servicio (SaaS) e infraestructura como servicio (IaaS) son los principales impulsores de la adopción del cloud computing en las instituciones educativas. Solo en Estados Unidos, el 70% de las universidades ya mudaron o están en proceso de mover sus sistemas a la nube y cerca de la mitad de las instituciones utilizan sistemas de colaboración basados en cloud para compartir información en el campus.
Y es que las ventajas que ofrece la implementación de tecnologías en la nube son claves para que las instituciones educativas se mantengan a la vanguardia, debido a que pueden escalar sus recursos de TI cada vez que lo necesiten, sin tener que invertir en infraestructura adicional.
Esto reduce significativamente los costos en hardware, software y mantenimiento, permitiendo además que los estudiantes y el personal puedan acceder a recursos educativos y colaborar en la creación de trabajos e investigaciones desde cualquier dispositivo y ubicación con conectividad a Internet.
Considerando la relevancia que posee la infraestructura digital para los avances en la educación, tanto en niveles iniciales como en los superiores, las instituciones no pueden pasar por alto los desafíos que conlleva la implementación de un ecosistema tecnológico acorde a las necesidades y exigencias de los estudiantes modernos. A continuación, se detallan los más urgentes a contemplar:
La conectividad y la infraestructura digital no son solo herramientas complementarias para la educación moderna, sino que se han convertido en componentes esenciales para garantizar una enseñanza eficaz y equitativa. Las instituciones educativas que invierten en estas tecnologías están mejor posicionadas para brindar una educación de calidad y prepararse para los desafíos del futuro.
En Tecnoera impulsamos la innovación con soluciones en la nube que son seguras, escalables y fáciles de integrar. Ofrecemos tecnología avanzada para fortalecer la resiliencia y personalización de tu institución, preparándola para enfrentar los desafíos del futuro. También brindamos estrategias clave para proteger la información, asegurar la continuidad operativa y cumplir con las normativas, garantizando que nuestros clientes estén protegidos frente a amenazas.
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